miércoles, 7 de septiembre de 2016

La Criminología Aplicada al Nuevo Sistema Procesal Penal Panameño.


Artículo elaborado por: Ariel Núñez[1] y Nadia Noemí Franco Bazán[2] 
para los Cuadernos Panameños de Criminología del Instituto de Criminología de la Universidad de Panamá.


Resumen:
El presente artículo desarrolla diferente aspectos de la criminología aplicada al Sistema Procesal Penal en Panamá.

La primera sección de este artículo busca explicar la fase de investigación del sistema penal acusatorio, desde la perspectiva de la criminología. Por otra parte, la segunda sección revela la labor del criminólogo en el juicio oral, tomando en cuenta el principio de oralidad y el principio de contradicción.

La tercera sección señala la importancia que tiene la reacción social y el etiquetamiento en el sistema penal acusatorio, tomando en cuenta las distintas teorías y la opinión de los autores. La última sección del artículo busca analizar la relación de la política criminal y el sistema procesal penal panameño.


Abstract:
The following article develops different aspects of criminology apply to the Criminal Law Procedure in Panama.

The first section of the article explains the investigation phase of the criminal accusatory system from a criminology perspective. In the other hand, the second section reveals the job of the criminologist during the oral hearing, taking into consideration the oral and the contradictory principle.

The third section states the importance of the social reaction and the labelling approach, taking into consideration the theories and opinions of the authors. The last section of the article analyze the relation between criminal politics and the Panamanian criminal procedure.

Palabras Clave:
criminología, derecho penal, juicio oral, política criminal, reacción social

Keywords:
criminology, criminal law, criminal politics, oral hearing, social reaction

Sumario:
I. Introducción. II. La Fase de Investigación desde la perspectiva de la Criminología. III La labor de la Criminología en el Juicio Oral. IV. La Reacción Social y Etiquetamiento desde la perspectiva del nuevo sistema procesal penal. V. Política Criminal y el Sistema Procesal Penal Acusatorio. VI. Críticas. VII. Conclusión. VIII. Bibliografía

I. Introducción

Adentrado el siglo XXI, es inconcebible pensar que en un Estado que se precie por ser un ESTADO DE DERECHO en contraposición con los ESTADOS DE POLICIA, contemple un sistema de enjuiciamiento penal de corte inquisitivo.

Durante las dos últimas décadas los países latinoamericanos han venido modificando sus sistemas de enjuiciamiento penal inspirados en el denominado sistema procesal penal acusatorio (o sistema penal acusatorio, como algunos le denominan). Un sistema procesal garantista, regido por los principios de oralidad, publicidad, contradicción, inmediación, respeto a los derechos humanos, economía procesal, entre otros.

Panamá no se quedó atrás en este proceso reformista y en 1997 crea la primera comisión codificadora de lo que nueve años más tarde sería el nuevo Código Procesal Penal, aprobado finalmente mediante la Ley 63 de 28 de agosto de 2008, con una clara definición de corte acusatoria.

Este nuevo proceso adversarial obliga a los intervinientes a un evolucionado desarrollo y despliegue probatorio que, respetando los derechos humanos, logre determinar la responsabilidad penal o inocencia del acusado, por tanto se elimina la prueba tazada y se abre paso a la libertad probatoria, limitada solo al principio de legalidad.

En este contexto cabe advertir que toda reforma al sistema de enjuiciamiento penal forma parte de una clara política criminal del Estado que defina  lo penal, esto es, tanto la incriminación primaria que implica el proceso en que la norma crea el delito, definiendo el hecho susceptible de reacción punitiva; como la incriminación secundaria que es el proceso de aplicación que de ella hace el órgano jurisdiccional, definiendo al delincuente. Ambos extremos constituyen a su vez la génesis de la reacción social frente al delito.

La probanza de la responsabilidad del acusado o definición del delincuente no es tarea fácil si se tiene en cuenta que estamos frente a un individuo y no frente a un robot. Cada individuo posee una personalidad distinta y su conducta conlleva una serie de reacciones al medio social donde se desarrolla o a una patología físico-bio-psíquica, circunstancias  que se constituyen en factores (endógenos y exógenos), que de alguna manera contribuyen a su comportamiento.

La determinación de por qué un individuo delinque y su grado de peligrosidad social es tarea de la Criminología, ciencia auxiliar del Derecho Penal que, a través de las distintas disciplinas científicas de la que se apoya (psicología, sociología, psiquiatría, etc.), ofrece a los intervinientes del proceso penal las herramientas útiles para la defensa de sus teorías del caso.

En cuanto aprovechemos los aportes de la criminología científica y experimental en el proceso penal para el descubrimiento del autor de un delito, hacemos criminología  aplicada.

Ahora bien, la Criminología Aplicada juega un papel importante en los mecanismos de reacción social y siendo así, sus aportes rebasan los límites del sistema penal, actuando incluso antes, durante y luego de concluido éste, en tanto que prevenga el hecho; contribuya a la identificación de su autor y en su programa de resocialización. De esa manera,  hacen criminología aplicada los maestros, los jueces, los psicólogos, los sociólogos, los fiscales, los abogados. El diseño de la política criminal del Estado definirá los roles de cada uno de estos agentes en la cadena de prevención o represión del delito.

Esta postura rompe la tesis tradicional que afirma que la criminología le compete únicamente la explicación del fenómeno delictivo, el análisis y descripción de sus causas, pero no las estrategias para combatirlo, tarea esta última que se la atribuyen a los poderes públicos.

Este artículo, sin dejar de reconocer el nuevo rumbo científico y doctrinal de la Criminología en su tarea de actuar incluso en la prevención del hecho punible, se limitará sin embargo, al beneficio de ésta a propósito de la implementación de un nuevo sistema de investigación e enjuiciamiento penal de corte acusatorio en Panamá.

Con la introducción de un sistema procesal penal acusatorio que remplace al ya desgastado e injusto sistema inquisitivo moderado, llamado también sistema procesal penal mixto, nos adentramos a un procedimiento más humano, desprovisto del ritualismo procesal que nos aleja del contacto directo con el autor e incluso con la víctima del delito.

Un proceso inquisitivo puro o aquel que mantenga institutos y procedimientos procesales que respondan a ésta filosofía procesal, en donde la oralidad e inmediación de los intervinientes con el juez, respecto a las pruebas y el acusado es suplida por extensos escritos jurídicos repletos de tecnicismo, se convierte en el peor obstáculo para una verdadera justicia penal. Como bien lo señala Yesid REYES ALVARADO[3] “se convierte el cálido examen de una situación humana en el frío análisis de centenares de hojas que permiten tan solo ver el producto de una acción con absoluta independencia de su autor y de las causas individuales y colectivas que lo llevaron a comportarse contra las previsiones del grupo dominante.”

Nosotros debemos tener claro que la criminología jugará un papel importante durante la entrada en vigencia del nuevo sistema procesal penal en la República de Panamá. Al respecto, RODRÍGUEZ MANZANERA[4] advierte que, en México, a la criminología le toca la humanización del sistema penal, porque el mismo se ha convertido en un sistema del enemigo.

Lo dicho hasta aquí supone que, el criminólogo trabajará día a día con los colaboradores de justicia por un sistema procesal penal que garantice los derechos del imputado y de la víctima.


II. Fase de Investigación desde la perspectiva de la Criminología.

El nuevo sistema penal acusatorio cambiara la dinámica en la fase de investigación, ya que tanto los policías,  como el Ministerio Público y los defensores formarán parte de la actividad forense.

FLORES ESQUER y GÓMEZ CHÁVEZ[5] manifestaron que la investigación criminal es un conjunto de saberes interdisciplinarios y acciones sistemáticas integrados para llegar el conocimiento de una verdad relacionada con el fenómeno delictivo. Para estudiar el fenómeno delictivo no basta con tener abogados penalistas, sino que también necesitaremos de los conocimientos del policía, el criminalista y el criminólogo.

El criminólogo pondrá en práctica sus conocimientos y ayudará en la estructuración de una Teoría del Caso. Al respecto, RODRÍGUEZ MANZANERA[6] establece que para la elaborar una Teoría del Caso lo primero que hay que tomar en cuenta es el reporte de los cuerpos policiacos, porque fueron los primeros que entran en contacto con los hechos, luego vienen los testigos, las pruebas, la declaración de las víctimas y la versión del acusado o presunto responsable. Para poder fortalecer una Teoría del Caso, el criminólogo y el defensor deberán trabajar en equipo y así podrán completar el rompecabezas propio de los casos penales complejos.

En el caso del Ministerio Público, para llevar a cabo una buena investigación el fiscal, el oficial mayor y los funcionarios de criminalística deberán trabajar junto al criminólogo para así reconstruir la criminogénesis y la criminodinámica.

Al criminólogo que corresponderá analizar los reportes hechos por el médico, el psicólogo y el sociólogo. Al respecto, el Código Procesal Penal Panameño en sus artículos 94 y 95 se refieren a la evaluación de la persona imputada cuando existen indicios sobre la falta de capacidad de comprender la ilicitud de hecho o para determinarse de acuerdo a esa comprensión. Por regla general, éste cuerpo multidisciplinario es facilitado por el Estado a través del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses. De este informe de evaluación dependerá la continuidad del proceso penal o la aplicación de medidas de seguridad, conforme el artículo 515 del Código Procesal Penal.

En atención a todo lo anteriormente expuestos, el reporte final del criminólogo contendrá las características antropológicas, biológicas, psicológicas y sociológicas del imputado, así como las peculiaridades criminalísticas del hecho punible ocurrido, el estudio de la víctima y una propuesta penológica de tratamiento a seguir.


III. La labor de la Criminología en el Juicio Oral.

En el nuevo sistema penal acusatorio impera la oralidad, por tanto todas las gestiones se harán de forma oral ante el juez que corresponda. Durante cada audiencia se pondrán en práctica varios  principios, entre ellos el de oralidad y el de contradicción. Vale la pena destacar que, dichos principios están recogidos en el artículo 3 del Código Procesal Penal, el cual indica lo siguiente:

3. Principios del proceso. En el proceso se observan los principios del debido proceso, contradicción, inmediación, simplificación, eficacia, oralidad, publicidad, concentración, estricta igualdad de las partes, economía procesal, legalidad, constitucionalización del proceso y derecho de defensa.”

En atención al artículo 3, el criminólogo podrá estar presente en el juicio oral y tendrá la oportunidad de intervenir. De acuerdo con RODRÍGUEZ MANZANERA[7], el juicio oral girará en torno a la Teoría del Caso y es por ellos que el abogado es absolutamente indispensable a la hora de interpretar la ley y el criminólogo, por su parte, deberá llevará a cabo una interpretación criminológica de los hechos.

Sobre este punto, ARCIÓN[8] señala que, en México, una vez que se ha iniciado el litigio el juez manda a citar a las partes para la primera audiencia, en la que se entregarán las pruebas necesarias según convenga a cada parte, y es justamente en el desahogo de pruebas donde interviene el perito criminólogo-criminalista (PCC). Este profesionista aplicará varios recursos cognoscitivos (conocimientos, habilidades, destrezas, liderazgo, investigación y valores) para hacer frente al esclarecimiento de un hecho delictivo; como representante de las ciencias forenses demostrará la verdad de la comisión del delito, sustentada y fundamentada en métodos y técnicas de investigación al inspeccionar la escena del hallazgo y/o crimen, así como del estudio de los indicios encontrados.

Nosotros queremos destacar que el Código Procesal Penal Panameño hace referencia a la asistencia de peritos en su artículo 304, el cual señala lo siguiente:El Fiscal podrá solicitar de las instituciones públicas o privadas uno o más peritos para que, bajo su dirección, concurran como auxiliares para el mejor esclarecimiento de los hechos.” Así las cosas, el criminólogo y el criminalista podrán ser solicitados por el Fiscal para que ayuden al esclarecimiento de los hechos.

Otro punto a destacar es que el criminólogo deberá estar preparado para ser interrogado y contrainterrogado en el juicio oral. CORBETT[9] señala que la oralidad enfrentará “cara a cara” a los protagonistas del proceso penal. Asimismo, subrayó WIEHL[10], tanto el interrogatorio y el contrainterrogatorio puede ser de utilidad para sacar a la luz los datos falsos o las incoherencias que diga el oponente.

La reforma penal que implementó los juicios orales en México, según ARCIÓN, sacó a relucir un punto de preocupación muy importante: la oralidad de los peritos. Recordemos que desde siempre los peritos han sido partícipes del proceso penal, pero sólo entregando su dictamen escrito de los hechos al Ministerio Público, para que éste pudiera proporcionárselos a los representantes legales de ambas partes. Hoy en día, el testimonio del perito frente al juez pasará por el examen directo y el contra-examen de las partes.

El Código Procesal Penal Panameño, en su artículo 414, estableció reglas de la declaración del perito en juicio, del siguiente modo:
414. Reglas de la declaración de perito en juicio. Después de juramentar e interrogar al perito sobre su identidad personal y las circunstancias generales, quien preside le indicará que exponga brevemente el contenido y las conclusiones de su pericia. A continuación podrá ser interrogado y contrainterrogado por las partes.”

De la lectura de este artículo, se desprende la aplicación del principio de contradicción ya el perito podrá ser interrogado y contrainterrogado.

En este mismo orden de ideas, CORBETT[11] subraya que en un juicio oral acusatorio se deberán emplear el arte de la dialéctica y elocuencia, convirtiéndose en una contienda dispositiva de “pujas y repujas” entre argumentos que expresen los distintos puntos de vista y la presentación de la pruebas entre fiscal y defensor. La puja y repuja que acertadamente señala CORBETT es lo que permitirá al juez empaparse más del caso y  poder tomar una decisión.


IV. La Reacción Social y Etiquetamiento desde la perspectiva del Nuevo Sistema Procesal Penal.

Para comprender el crimen,  según BECKER[12], debe atenderse especialmente a la reacción social, por una parte, y al proceso de definición o selección de determinadas conductas y personas etiquetadas como desviadas por la otra. Nos corresponde destacar que la reacción social se ocupa de los efectos sociales que acarrea una acción delictiva, después de que haya tenido lugar, porque es en ese preciso momento que se coloca la etiqueta y se tilda a la persona de delincuente.

RODRÍGUEZ MANZANERA[13] explica que existe una teoría de etiquetamiento donde al sujeto se le cuelga una etiqueta que lo identificará y, jurídicamente, la etiqueta más grave es la de delincuente. Lastimosamente, una vez que la persona es aprehendida muchos suelen llamarlo delincuente, pero en el sistema adversarial acusatorio ésta etiqueta sólo puede colocársele a la persona que obtuvo sentencia condenatoria y no al imputado o presunto malhechor.

El etiquetamiento de un investigado o imputado puede llegar a quebrantar el principio de presunción de inocencia está incluido en el segundo párrafo del artículo 22 de la Constitución Política de la República de Panamá,  y lo transcribimos a continuación:

“Las personas acusadas de haber cometido un delito tienen derecho a que se presuma su inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad en juicio público que le haya asegurado todas las garantías establecidas para su defensa. Quien sea detenido tendrá derecho, desde ese momento, a la asistencia de un abogado en las diligencias policiales y judiciales.”

Por otro lado, el nuevo sistema penal acusatorio no permitirá que a un inocente se le etiquete de ese modo. De ahí que la inocencia está debidamente recogida en el artículo 8 del Código Procesal Penal, que indica lo siguiente:

8. Inocencia. Toda persona debe ser tratada y considerada como inocente durante la investigación y el proceso, hasta tanto se le declare responsable del delito que se le imputa en sentencia que haga tránsito a cosa juzgada.

Los jueces, fiscales, querellantes y miembros de la Policía Nacional no pueden presentar a la persona investigada o imputada como culpable ni pueden brindar información sobre esta en ese sentido a los medios de comunicación social. Solo es permitida la publicación de datos o fotografías indispensables para fines de identificación de dicha persona.”


V. La Política Criminal y el Sistema Procesal Penal Panameño.

La política criminal, según MARCHISIO[14], está vincula con la tarea de configurar al derecho penal de la forma más eficaz posible para que pueda cumplir su función de protección de la sociedad. Otra autora que hace referencia a la relación existente entre la criminología, el derecho penal y la política criminal o criminológica es GÓMEZ RUILOBA[15]. Ella coincide con MUÑOZ CONDE y GARCÍA ARÁN[16] al señalar que a la criminología le interesa los factores de la criminalidad y la criminalización; a la Política Criminológica le incumbe los criterios que deben tomarse en cuenta en la creación del derecho penal y al derecho penal le preocupa la imputación de un individuo a efectos de hacerlo responsable conforme a un esquema o estructura de responsabilidad cuyos presupuestos se establecen en la ley penal o positiva.

Con el nuevo sistema procesal penal la política criminal de Panamá también sufrirá cambios. Se debe agregar que, el nuevo sistema ya se está aplicando en algunas provincias como Penonomé, Los Santos, Herrera y Chiriquí y hay quienes consideran que éste permite que el imputado salga rápido del proceso gracias a los métodos alternos de conflicto y las rebajas de penas. Quienes estamos estudiamos el sistema penal acusatorio nos preguntamos a menudo: ¿Qué ocurrirá cuando el sistema penal acusatorio entre en vigencia en la Ciudad de Panamá? ¿Qué nuevas políticas públicas serán traídas a la palestra?


Vale la pena destacar que, siempre habrá ciudadanos que tengan la impresión de que el nuevo sistema es excesivamente garantista y protege de todos los derechos del investigado o imputado. En la ciudad como Panamá, donde cada día hay robos a manos armadas, estafas, violaciones carnales y homicidios; se espera que haya mucha actividad a partir de la entrada en vigencia del sistema penal acusatorio.

Al respecto, MARCHISIO[17] explica que, los conflictos generados por la violencia urbana han desatado una corriente política muy fuerte, que pretende dar solución al tema de la mano de las campañas de “ley y orden” o como se la conoce vulgarmente “políticas de mano dura”. De este modo se importaron modelos de países denominados centrales, donde en muchos casos estas estrategias tampoco surtieron verdadero efecto, y fueron motivo de aspiraciones políticas que concentraron la atención de la ciudadanía bajo determinados postulados, que con el paso del tiempo se ha podido demostrar que no brindaron una respuesta definitiva a los problemas sociales profundos.


Coincidimos con MARCHISIO, ya que “la mano dura” siempre ha sido una de las políticas impulsadas por los distintos gobiernos de turno. Tanto así que, aún escuchamos a candidatos a legislador que han propuesto la implementación de la  cadena perpetua y/o hasta la pena capital en la República de Panamá. A esto se suma la corriente dogmática penal funcionalista de JAKOBS que habla del Derecho Penal del Enemigo y las mismas ha tenido gran influencia entre los legisladores españoles y latinoamericanos.

Sin duda alguna, la mano dura y la reimplementación de las pena capital estas son ideas del pasado, ya que hoy en día optamos por resguardar los derechos de los detenidos, según los instrumentos internacionales.

Vale la pena recordar que en el caso de Panamá, la Comisión de Estado por la Justicia recomendó al Órgano Ejecutivo la designación de la Sub-Comisión de Reforma Penal como Comisión Codificadora de los nuevos Código Procesal Penal y Código Penal, para que cohesionara los dos (2) proyectos y los presentara al Órgano Ejecutivo a través de la Comisión[18]. La propuesta original indicaba que para el año 2008, se habría implementado el nuevo marco legal que garantiza el funcionamiento del Sistema de Justicia Penal de corte acusatorio, e igualmente entraría en vigencia un nuevo Código Penal con proporcionalidad entre la pena y la gravedad del delito.

Retomando en tema de la política criminal, debemos destacar que GABALDÓN[19] citó a MARTÍNEZ quien a su vez explicó que los criminólogos deberán participar en política social antes que en política criminal, pues sólo de este modo pueden hacerse visibles y aprehenderse en su dimensión real los conflictos subyacentes a la justicia penal.

Sin duda alguna, los problemas sociales de Panamá como la mala distribución de la pobreza y la desintegración familiar se ven reflejados en nuestra estadística criminal. La política criminológica del Estado Panameño, según GÓMEZ RUILOBA[20], requiere de la intervención de expertos multidisciplinarios que evalúen: Los problemas sociales, su incidencia en las conductas delictivas; esto es, las características y extensión del fenómeno delictivo. La realidad nacional en la materia, sin abstraerse de lo que ocurre en el ámbito internacional.


VI. Críticas

La primera crítica que tenemos que es que en Panamá hace falta una mejor infraestructura para que el criminólogo puede poner en práctica todos sus conocimientos dentro del nuevo sistema penal acusatorio.

Otra críticas es que falta más recurso humano formado en la ramas de ciencias forenses, es decir más peritos en psicología criminal, médicos forenses, sociólogos forenses, entre otros.

Como último punto, queremos recalcar que los cambios políticos que ha sufrido nuestro país ha impedido la rápida implementación del sistema penal acusatorio. Tanto así que ya tenemos un déficit de dos (2) y aún estamos en ascuas porque tanto el Órgano Judicial como el Ministerio Público precisan de los recursos económicos y humanos para seguir adelante con la entrada en vigencia del sistema en todo el territorio de la República de Panamá.

VII. Conclusiones

A manera de conclusión, queremos dejar claro que la Criminología jugará in papel importante durante la implementación del nuevo sistema penal acusatorio, porque el criminólogo reconstruirá la criminogénesis y la criminodinámica durante la fase de investigación y  ayudará a los abogados a construir la Teoría del Caso que será utilizada en el juicio oral.

Avanzando en nuestro razonamiento, el criminólogo también trabajará de la mano con el abogado penalista a la hora de elaborar una política criminal acorde con la legislación penal y procesal vigente, así como la realidad cultural, social y económica de la República de Panamá.

VIII. Bibliografía

Artículos de Revistas y libros:

ANTÓN PRIETO, José Ignacio, "La criminología como ciencia social. Pasado, presente y futuro", Quadernos de criminología: Revista de Criminología y Ciencias Forenses, No. 13, 2011, páginas 38-45, disponible en: http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3687937

ARCIÓN, Colectivo: “La participación del criminólogo-criminalista en los juicios orales”: Visión Criminológica Criminalística, Julio-Septiembre, 2013, páginas 24-37, disponible en: http://revista.cleu.edu.mx/new/descargas/1303/articulos/02_La_participacion_del_criminologo-criminalista_en_los_juicios_orales.pdf

BARATTA, Alessandro: “Por una teoría materialista de la criminalidad y del control social”, Estudios Penales y Criminológicos, vol. XII, 1989, Universidade de Santiago de Compostela, pp. 14-68, disponible: http://dspace.usc.es/bitstream/10347/4216/1/pg_014-069_penales12.pdf

CORBETT R., Alberto, Introducción al Sistema Acusatorio en Panamá. Análisis del Nuevo Sistema Judicial y su Comparación con el Sistema Inquisitivo Tradicional, Editorial Cultural Portobelo, Biblioteca de Autores Panameños, 2007, 130 páginas.
ELBERT, Carlos Alberto, Criminología, Ciencia y Cambio Social, Editorial Universitaria de Buenos Aires, Buenos Aires, 2012, 205 páginas.

ELBERT, Carlos Alberto: “El control sin estado y sin políticas criminales en la América Latina globalizada”, Documentos Penales y Criminológicos, Volumen 1, Año 2001, páginas 555 – 568.

FLORES ESQUER, Susana y GÓMEZ CHÁVEZ, Irma Socorro, Investigación Criminal y el Sistema Acusatorio, Memoria, disponible en: http://www.juridicaformativa.uson.mx/memorias/v_coloquio/doc/derechoconstitucional/GOMEZ_CHAVEZ_Y_FLORES_ESQUER.pdf

GABALDÓN, Luis Gerardo: “La criminología latinoamericana: temas, perspectivas y políticas públicas en el tránsito del milenio”, Espacio Abierto Cuaderno Venezolano de Sociología, Vol. 19, No. 2 (abril-junio, 2010), páginas 253 - 272.

GARCÍA-PABLOS DE MOLINA, Antonio, Criminología. Una introducción a sus fundamentos teóricos para Juristas, Tercera edición, Tirant lo Blanch Libros, Valencia, 1996,  333 páginas.

GÓMEZ RUILOBA, Ana Matilde, Política Criminológica y el Nuevo Código Penal, Ministerio Público de Panamá, Panamá, 2009, 28 páginas, disponible en: http://www.ministeriopublico.gob.pa/minpub/Portals/0/Pdfs/libros%20publicados/libpub_3.pdf

GUILLÉN LÓPEZ, Germán y ALVARADO MARTÍNEZ, Israel: “Formación Jurídica de los abogados frente al SPA”, Revista Defensa Penal, Interpretación y Análisis Jurídico, México, D.F., Mayo de 2012, páginas 12 y ss.

GUILLÉN LÓPEZ, Germán, La policía investigadora en ámbito de sistema acusatorio, Inédito, México, páginas 1 y 2.

MARCHISIO, Adrián: “Principio de oportunidad, Ministerio Público y Política Criminal”, Sistema Judiciales, páginas 58-77, disponible en: http://www.sistemasjudiciales.org/content/jud/archivos/notaarchivo/420.pdf

MARTÍNEZ, M.: “El estado actual de la criminología y de la política criminal”, en Carlos Alberto Elbert (editor) La criminología del siglo XXI en América Latina, Buenos Aires, Editorial Rubinzal-Culzoni, 1999, pp. 261-289.

MINISTERIO PÚBLICO DE PANAMÁ, Actividad procesal en el nuevo Código Procesal Penal De Panamá, 2011, 77 páginas,  disponible en: http://www.ministeriopublico.gob.pa/minpub/Portals/24/PDF/Actividad.pdf

MUÑOZ CONDE, Francisco, GARCÍA ARÁN, Mercedes, Derecho Penal. Parte General, Valencia, Tirant Lo Blanch, 6ª edición, 2004, 621 páginas.

PAVÓN PARRA, Pedro Alfonso, Oralidad. Testimonio, Interrogatorios y Contrainterrogatorios en el Proceso Penal Acusatorio, Librería Jurídica Sánchez R. Ltda., Medellín, 2005, 497 páginas.

REYES ALVARADO, Yesid: “Hacia un procedimiento más humano”, Derecho penal y Criminología. Revista del Instituto de Ciencias Penales y Criminológicas, Volumen XI, No. 38, Mayo-Agosto, 1989, páginas 13-21.

RODRÍGUEZ MANZANERA, Luis: “La intervención de la Criminología en el Sistema Adversarial Acusatorio”, Visión Criminológica-Criminalística, Revista Trimestral Digital, Año 2, No. 7, julio-septiembre, 2014, páginas 20-25, disponible en: http://www.academia.edu/8475942/Memorias_del_Congreso_Internacional_del_Juicio_Adversarial_Acusatorio_mayo_2014_Veracruz_M%C3%A9xico

WIEHL, Lis, Ganar Siempre, Editorial Vergara, Buenos Aires, Argentina, 2004, 316 páginas.

ZÚÑIGA RODRÍGUEZ, Laura, Política Criminal, Editorial Colex, Madrid, 2001, 295 páginas. 


Códigos, Leyes e Informes:
Código Procesal Penal Panameño, con concordancias normativas, comentarios y jurisprudencia. Ley No. 63 de 28 de Agosto de 2008, Modificado por la Ley No. 48 de 1 de septiembre de 2009 y la Ley No. 66 de 1 de septiembre de 2011, USAID, Alianza Ciudadana Pro Justicia, Panamá, 2012, 475 página.
Constitución Política de la República de Panamá, Asamblea Nacional, Edición de Bolsillo, Panamá, 2012, 165 páginas.
Informe de la Comisión de Estado por la Justicia, disponible en: http://www.oas.org/juridico/spanish/mesicic2_pan_anexo_25_sp.pdf





[1] Licenciado en Derecho y Ciencias Políticas por la Universidad de Panamá (2000). Estudios de Maestría en Derecho Penal de la Universidad de Panamá (2013). Diplomado en Sistema Penal Acusatorio de la Universidad Latina de Panamá (2013). En la actualidad, está cursando el Posgrado en Sistema Penal Acusatorio de UDELAS.

[2] Licenciada en Derecho y Ciencias Políticas por la Universidad de Panamá (1999). Especialista en Estudios Criminológicos del ICRUP (2000). Con estudios de Postgrado en Docencia Superior de la Universidad Latina de Panamá (2000), Master en Práctica Jurídica de la USAL (2004), Postgrado en Derecho Público de la ULACIT (2013), Maestría en Derecho con énfasis en Derecho Penal de la ULACIT (2013), Maestría en Derecho Procesal de la UAM (2014), Posgrado en Derecho Penal y Derecho Procesal Penal con mención en los Principios que fundamenta el Sistema Acusatorio del INEJ (2014), Especialista en Entornos Virtuales del Aprendizaje de la UP (2015). A este tenor, se encuentra esperando la expedición de su título de Doctor en Derecho por la Universidad de Salamanca (2015). Además, está culminando la Maestría en Derecho Público con énfasis en Responsabilidad Patrimonial en la UP. Actualmente, está cursando la Maestría en Derecho Penal y Derecho Procesal Penal del INEJ y el Posgrado en Sistema Penal Acusatorio de UDELAS.

[3] REYES ALVARADO, Yesid: “Hacia un procedimiento más humano”, Derecho penal y Criminología. Revista del Instituto de Ciencias Penales y Criminológicas, Volumen XI, No. 38, Mayo-Agosto, 1989, p.14.

[4] RODRÍGUEZ MANZANERA, Luis: “La intervención de la Criminología en el Sistema Adversarial Acusatorio”, Visión Criminológica-Criminalística, Revista Trimestral Digital, Año 2, No. 7, julio-septiembre, 2014, p.21.

[5] FLORES ESQUER, Susana y GÓMEZ CHÁVEZ, Irma Socorro, Investigación Criminal y el Sistema Acusatorio, Memoria, disponible en: http://www.juridicaformativa.uson.mx/memorias/v_coloquio/doc/derechoconstitucional/GOMEZ_CHAVEZ_Y_FLORES_ESQUER.pdf

[6] RODRÍGUEZ MANZANERA, Luis: “La intervención de la Criminología en el Sistema Adversarial Acusatorio”, op.cit., p.23.

[7] RODRÍGUEZ MANZANERA, Luis: “La intervención de la Criminología en el Sistema Adversarial Acusatorio”, op.cit., pp.23 y 24.

[8] ARCIÓN, Colectivo: “La participación del criminólogo-criminalista en los juicios orales”: Visión Criminológica Criminalística, Julio-Septiembre, 2013, pp.25 y 26.

[9] CORBETT R., Alberto, Introducción al Sistema Acusatorio en Panamá. Análisis del Nuevo Sistema Judicial y su Comparación con el Sistema Inquisitivo Tradicional, Editorial Cultural Portobelo, Biblioteca de Autores Panameños, 2007, p.50.

[10] WIEHL, Lis,  Ganar Siempre, Editorial Vergara, Buenos Aires, Argentina, 2004, p.129.

[11] CORBETT R., Alberto, Introducción al Sistema Acusatorio en Panamá, op.cit., p.65.

[12] BECKER, Howard: “The Outsiders,” by Howard Becker, reprinted from The Outsiders: Studies in the Sociology of Deviance, 1963, pp. 1–18, available in: http://leeclarke.com/courses/intro/readings/becker_definingdeviance.pdf

[13] RODRÍGUEZ MANZANERA, Luis: “La intervención de la Criminología en el Sistema Adversarial Acusatorio”, op.cit., p.23.

[14] MARCHISIO, Adrián: “Principio de oportunidad, Ministerio Público y Política Criminal”, Sistema Judiciales, páginas 58-77.

[15] GÓMEZ RUILOBA, Ana Matilde, Política Criminológica y el Nuevo Código Penal, Ministerio Público de Panamá, Panamá, 2009, p.13.

[16] Léase MUÑOZ CONDE, Francisco, GARCÍA ARÁN, Mercedes, Derecho Penal. Parte General, Valencia, Tirant Lo Blanch, 6ª edición, 2004, p. 194.

[17] MARCHISIO, Adrián: “Principio de oportunidad, Ministerio Público y Política Criminal”, pp. 58-77.

[18] Véase el Informe de la Comisión de Estado por la Justicia, pp. 7, 16, 22 y 39, disponible en: http://www.oas.org/juridico/spanish/mesicic2_pan_anexo_25_sp.pdf

[19] GABALDÓN, Luis Gerardo: “La criminología latinoamericana: temas, perspectivas y políticas públicas en el tránsito del milenio”, Espacio Abierto Cuaderno Venezolano de Sociología, Vol. 19, No. 2 (abril-junio, 2010), p. 257. Véase MARTÍNEZ, M.: “El estado actual de la criminología y de la política criminal”, en Carlos Alberto Elbert (editor) La criminología del siglo XXI en América Latina, Buenos Aires, Editorial Rubinzal-Culzoni, 1999, pp. 279 y ss.

[20] GÓMEZ RUILOBA, Ana Matilde, Política Criminológica y el Nuevo Código Penal, Ministerio Público de Panamá, Panamá, 2009.

IV Congreso Internacional de Criminología

IV Congreso Internacional de Criminología.
Días: 20, 21 y 22 de septiembre de 2016.
Lugar: Auditorio José Dolores Moscote, Facultad de Economía, Universidad de Panamá.
Inversión: B/.50 Profesionales y B/.25 Estudiantes.
Organizado por: Instituto de Criminología de la Universidad de Panamá.